viernes, 17 de diciembre de 2010
sábado, 13 de noviembre de 2010
'DESPACIO', destacado por la prensa en el Festival Internacional 'XOM 10' Betanzos
'Despacio' se ha proyectado en el marco del Festival Internacional de Cine Documental 'Xon 10' de Betanzos, en A Coruña. 'La Voz de Galicia' destaca en la presentación del festival nuestro documental aunque cometa un error: dice el texto que entre las películas se encuentra "Despacio" , que ya ha obtenido diferentes reconocimientos en otros encuentros. Esta cinta tiene la curiosidad de que retrata la vida rural de un pueblo de España, pero sin ningún tipo de sonido". Obviamente, se refiere a la inexistencia de locución y música.
lunes, 4 de octubre de 2010
'A MODIÑO'
"Si tuviese que traducir vuestro documental al gallego, tarea harto difícil dado el copioso diálogo existente, lo titularía “A modiño”. “A modiño” no significa sólo ‘despacio’ ‘lentamente’ sino también ‘con cuidado’ ‘con atención’, ‘con mimo’, pues Despacio es una caricia sin prisas.
Las imágenes son hermosas, demoradas; rodadas para ser saboreadas como cuando éramos niños y estábamos en posesión del último trozo de un postre casero que los demás ya habían engullido y nos regodeábamos en mantenerlo en el paladar consciente de que para ellos ya era memoria, reciente sí, pero inaprensible, y nosotros saboreando y saboreando.
Los sonidos, los sonidos de la naturaleza...Ernesto Cardenal publicó un libro titulado Antología de la poesía primitiva en el que recoge más de un centenar de textos de los Apaches, los Cunas, los Congo, los Guajiro, los Yorubas y otros muchos pueblos de los llamados primitivos, “los más futuros de todos”, según la acertada definición de Eduardo Galeano. Uno de esos poemas dice:
“Menos tonos tiene un sapo
y canta toda la noche.”
En vuestro documental hasta las ranas suenan bien, los cortes de las tijeras suenan bien, la recogida de la mies, suena bien, la vida suena bien e incluso los artificios suenan bien. Digo que los artificios suenan bien porque es elegante romper con el fraude (con F de Fake) de que se filma la verdad, se filma verdad, se filma con verdad, se filma de verdad. Si se filma una verdad sólo puede ser como diálogo, por eso son tan interesantes esas aparentemente irregulares preguntas de los filmados al cámara. Es posible que los puristas las eliminasen pero es evidente que por más “naturalistas” que quisiesen ser, el medio, el medio audiovisual, es una inferencia cuando no una interferencia; ya Heinsenberg nos advertía en su célebre principio que nos podemos estar seguros de que nuestra presencia (o la del instrumento) no distorsione la realidad hasta el punto de transformarla radicalmente.
Vuestro documental es un acto contemplativo, una meditación. La meditación decía Unamuno es “hacer pensar al sentimiento y sentir al pensamiento”. Creo que Despacio es, al tiempo, una idea que se encarna en pálpito, una emoción que circula por un armonioso cauce reflexivo.
Claro que es preciso señalar algún defecto porque no me parece correcto que os vayáis “de rositas” sin recibir la pertinente –sobre todo por venir de un curioso impertinente– amonestación. No me gusta como desfiláis, camináis con inexistente naturalidad, se nota que los paisanos son de verdad y vosotros de atrezo. Por otro lado sospecho, por el uniforme de los escolares –el cámara debería dejar de ruborizar a las colegialas–, que estáis publicitando un colegio privado en un tiempo en el que la enseñanza pública necesita de tanto apoyo."
Salvador Castro
viernes, 1 de octubre de 2010
VI PUNTO DE VISTA
"Despacio" compite en el prestigioso certamen Punto de Vista, el festival Internacional de Cine Documental de Navarra, que tendrá lugar a mediados de febrero próximo.
Qué es 'punto de vista'
Ideario del Festival
• Documental es la relación subjetiva que establecemos como espectadores con un objeto audiovisual determinado. El documental es, por lo tanto, un punto de encuentro.
• El Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, Punto de Vista, es un punto de encuentro a diferentes niveles. En primer lugar, es un espacio para la relación entre espectadores, cineastas y teóricos en torno al documental y a todas las manifestaciones fronterizas y heterodoxas de la no ficción. En segundo lugar, es un punto de encuentro especial y temporal. Punto de Vista se quiere convertir, año tras año, en el lugar de convergencia del cine documental de todo el mundo. Pero también quiere ser el espacio donde dialogue el pasado y el futuro del documental. El lugar donde se abracen las tradiciones más diversas del cine de no-ficción con sus propuestas más arriesgadas e innovadoras. Por lo tanto, Punto de Vista se concibe a sí mimo como un espacio dialógico donde todos estos encuentros se generan con una voluntad superadora e innovadora.
• Entre los objetivos fundamentales del Festival está el atender a aquellos creadores audiovisuales que hacen de su obra una propuesta arriesgada y de búsqueda; aquellos que conciben su trabajo como un proceso de conocimiento del ser humano y sus condiciones de vida en contextos históricos socialmente determinados; autores que reflexionan sobre la realidad a través de sus trabajos y de la relación ética que establecen tanto con los sujetos de sus propuestas formales como con sus públicos. El Festival quiere ser una estación de paso para cineastas que ensanchan tanto la percepción de la realidad como las maneras de expresarla y pensarla a través del medio audiovisual. El Festival está abierto, en definitiva, a todas las películas de carácter documental que suponen una reflexión y un esfuerzo de comprensión de lo real.
• Para Punto de Vista el imprescindible compromiso ético del documentalista con la realidad pasa por la relación triangular que establece tanto con los sujetos de sus obras, como con los espectadores de las mismas a través del medio audiovisual.
• A través de todas sus secciones, pero especialmente por medio de su concurso internacional, Punto de Vista estimulará el conocimiento de aquellas películas que entiendan la no-ficción como una forma de expresión verdaderamente independiente y socialmente necesaria.
• Finalmente, el Festival quiere propiciar el encuentro de los cineastas y el público a través de la propuesta de conocimiento compartido que son sus películas. El Festival tratará, al mismo tiempo, de suscitar el debate y la reflexión teóricos. El Festival es una celebración del documental y la no-ficción en general.
jueves, 16 de septiembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
NOTA DE PRENSA
Región Digital: “Despacio” es seleccionado, en la Sección Oficial de “Alcances”, el más prestigioso festival de documentales en España
Europa Press: El documental 'Despacio', de la extremeña Libre Producciones, participa en Cádiz en la sección oficial de 'Alcances'
Extremadura.com: 'Despacio' se convirtió en el primer filme extremeño en competir en la sección oficial de Alcances, el más prestigioso festival de documentales de España
20 minutos: El documental 'Despacio', de la extremeña Libre Producciones, participa en Cádiz en la sección oficial de 'Alcances'
jueves, 26 de agosto de 2010
SÁBADO 11 Y DOMINGO 12 DE SEPTIEMBRE, EN "ALCANCES"
Ya hay fecha y horas de las proyecciones de "Despacio" en la 42ª Muestra Cinematográfica del Atlántico, "Alcances", en Cádiz.
Serán el Sábado 11/09 a las 22h y el Domingo 12/09 a las 17h. El lugar, los Multicines Al-Andalus "El Centro"
Así se recoge en la web del festival, sección oficial. "Despacio" es uno de los 8 mediometrajes seleccionados, una de las 33 películas a concurso de entre las 240 inscritas.
A veces, nos cansamos de ser zarandeados, de que continuamente nos sacudan la atención. Necesitamos abiertamente un descanso, algo que nos permita reconectar. Alcanzar la plenitud de una contemplación más apacible. Ralentizar el tiempo. Comprender la diferencia que hay entre mirar y ver. Si lo hemos conseguido, nustra respiración se relaja, y disfrutamos el placer insospechado de concentrarnos en algo muy distinto a nuestras preocupaciones habituales. Pocas veces un audiovisual pretende el mismo efecto. Como si fuera una infusión relajante, este documental propone sólo respirar despaciosamente. Mirar, vaciar la mente en la morosidad de lo que sucede, hasta aprender a ver que hay, en la vida que nos rodea y en nuestro propio corazón, una tranquilidad que ni siquiera sospechábamos.
Presentar una sucesión de momentos sin más punto de vista que su intrínseca paz. Casi nada, y casi todo, en un lugar del mundo al que acecha una cámara: la vida vegetal, la vida animal, la vida humana.
Serán el Sábado 11/09 a las 22h y el Domingo 12/09 a las 17h. El lugar, los Multicines Al-Andalus "El Centro"
Así se recoge en la web del festival, sección oficial. "Despacio" es uno de los 8 mediometrajes seleccionados, una de las 33 películas a concurso de entre las 240 inscritas.
A veces, nos cansamos de ser zarandeados, de que continuamente nos sacudan la atención. Necesitamos abiertamente un descanso, algo que nos permita reconectar. Alcanzar la plenitud de una contemplación más apacible. Ralentizar el tiempo. Comprender la diferencia que hay entre mirar y ver. Si lo hemos conseguido, nustra respiración se relaja, y disfrutamos el placer insospechado de concentrarnos en algo muy distinto a nuestras preocupaciones habituales. Pocas veces un audiovisual pretende el mismo efecto. Como si fuera una infusión relajante, este documental propone sólo respirar despaciosamente. Mirar, vaciar la mente en la morosidad de lo que sucede, hasta aprender a ver que hay, en la vida que nos rodea y en nuestro propio corazón, una tranquilidad que ni siquiera sospechábamos.
Presentar una sucesión de momentos sin más punto de vista que su intrínseca paz. Casi nada, y casi todo, en un lugar del mundo al que acecha una cámara: la vida vegetal, la vida animal, la vida humana.
domingo, 8 de agosto de 2010
'DESPACIO', TRES MINUTOS
El 'corte' de tres minutos del documental que 'Alcances' solicita para la promoción de la película en la prensa. En la actualidad la productora negocia una fecha y un lugar para el estreno en Extremadura de "Despacio".
sábado, 7 de agosto de 2010
RESUMEN DE PRENSA SOBRE 'ALCANCES'
Artículos del diario "El País" sobre la edición de 2009 de "Alcances", Muestra Cinematográfica del Atlántico en la que compite este año "Despacio"
Palmarés del festival el pasado año, en el que triunfó la película "Anás".
Primera nota de prensa del festival para 2010, en el que "Despacio" ha sido uno de los 33 filmes seleccionados, de entre los 204 filmes inscritos.
domingo, 18 de julio de 2010
"DESPACIO" en XÓM 10, BETANZOS
Libre Producciones participa con "Despacio" en el Xóm 10, III Edición del Festival Internacional de Cine Documental das Mariñas, en Betanzos, A Coruña. Será entre el 8 y el 13 de noviembe de 2010. Una nueva ventana para la difusión de nuestro documental sin palabras ni música. la participación en este certamen nos fue sugerida por Javier Pulido, buen amigo de la productora y residente en esa localidad gallega. Desde aquó agradecemos su empeño.
viernes, 16 de julio de 2010
CON LA FRESCA
martes, 6 de julio de 2010
RESEÑAS
Reseñas del premio concedido al documental en el Certamen Memoria Rural 2010
Kinoki
La gavilla verde
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"DESPACIO", GALARDONADO CON EL PRIMER PREMIO DEL FESTIVAL "MEMORIA RURAL"
"Despacio" obtuvo el Primer Premio del Certamen Internacional de documentales "Memoria Rural" celebrado en Santa Cruz de Moya (Cuenca) y organizado por la Asociación "La Gavilla verde". En la que fue su primera proyección pública, el documental obtuvo un respaldo fantástico. Comparte premio ex-aequo con el filme "Los hijos de los pastores", de Luis Alfaro. En el festival, celebrado del 30 junio al 3 de julio, al que asistimos, participaron excelentes películas de este género, como "El tiempo en la maleta", "Voces que se apagan", "Guerrilleros", "Chaves, la memoria expoliada", "El tiempo en la maleta", "El alma en las manos" o "Pueblos sin camino" entre otras. El Jurado distinguió "Despacio", argumentando que "José y su equipo nos han transportado mediante los más sutiles sonidos al paso del tiempo en un espacio determinado: Trujillo, pero que bien podría ser cualquier pueblo del mundo. Por su innovador lenguaje documental y por su belleza en la fotografía, hemos sido testigos privilegiados de un trabajo realizado durante 6 años, que nos ha hecho sentir como pasa la vida en una mañana cualquiera". Ni que decir tiene que agradecemos sinceramente este reconocimiento y en particular a todas las personas de "La gavilla verde" que nos acogieron en la impresionante Serranía de Cuenca, y a los directores, productores, investigadores y periodistas que compartieron estos intensos días con nosotros.
jueves, 3 de junio de 2010
PRESENTAMOS "DESPACIO"
Ya tenemos fecha y lugar para la primera proyección pública de "Despacio", el nuevo documental. Será el viernes día 2 de julio, en Santa Cruz de Moya, Cuenca, dentro del II Certamen y Muestra de Cine Documental: Memoria Rural2010, organizado por La Gavilla Verde. Será un placer acudir tal fecha a la presentación, atendiendo esta vez como es debido a la invitación, ya que no pudimos estar en su día durante las proyecciones de "Sierra y libertad: Los Senderos de la Memoria" que hicimos en colaboración con la propia gente de La Gavilla Verde y la Asociación de Jóvenes del Valle del Jerte. Será la primera vez, y ya parece hora, que veamos la serranía conquense.
jueves, 13 de mayo de 2010
"DESPACIO" en ALCANCES 2010
"Despacio" ha llegado con un pan debajo del brazo. Nuestro documental ha sido seleccionado en la Sección Oficial de Mediometrajes a Concurso de 'Alcances', 42 Muestra cinematográfica del Atlántico, el más prestigioso escaparate del cine documental en este país, que se celebrará en Cádiz del 9 al 18 de septiembre, hasta dónde acudiremos en plena faena de dsitribución comercial de éste y otros trabajos, así como de la preproducción del largo de ficción "El mal del arriero". La elección en este certamen de gran relieve, consolidado como referente para documentalistas, supone un importante paso más para la exhibición del documental y para Libre Producciones, de cara a la consolidación de nuestra obra entre las más representativas, al menos, de entre aquellas que se elaboran desde la periferia, lejos de los principales centros de producción del Estado. Eso al menos queremos creer, dadas las dificultades que siempre ha habido para competir con gentes de la profesión capaces de mover mayores presupuestos, adecuarlos a los deseos de la mayoría de programadores de televisión o a las exigencias de la presión y los contactos. Las agradables sorpresas que nos está deparando este último trabajo, en particular acerca de las consideraciones acerca de su originalidad, sugieren que va a haber "Despacio" para rato. A estas alturas de la película -en un sólo año, hasta cuatro películas distintas de entre nuestras últimas producciones han competido en festivales internacionales-, resulta un tanto risible que los medios públicos extremeños de televisión y radio continúen negando el pan y la sal a nuestros trabajos, pero ya no nos corresponde a nosotros reivindicarlo: debemos estar y estamos muy por encima de sus pueriles rencores.
domingo, 9 de mayo de 2010
"DESPACIO" en II CERTAMEN DE CINE "MEMORIA RURAL"
"Despacio" inicia su carrera por diversos festivales especializados y lo hace en Santa Cruz de Moya, Cuenca. Estaremos presentes en el Certamen internacional de Cine sobre Memoria Rural organizado por los amigos de "La Gavilla Verde". Su director viajará hasta la localidad conquense para presentarlo.El festival empieza el 30 de junio próximo y se celebrará hasta el día 3 de julio.
sábado, 3 de abril de 2010
LIBRE PRODUCCIONES, EDITORA Y DISTRIBUIDORA
Libre Producciones se ha convertido en editora y distribuidora de su catálogo de programas, a través de su página web, www.libreproducciones.com. Desde ella se pueden descargar un catálogo (34 Mb) con todas las producciones (más de 400, incluyendo "Despacio"), así como los listados (incluyendo títulos y resúmenes) de todos los capítulos de la serie "El lince con botas" (9 Mb). Los programas se pueden solicitar on-line, y los enviamos por correo en copias individualizadas. En nuestra nueva web hay abundante información comercial y de contenidos acerca de nuestros 22 años de trayectoria. Habida cuenta del número de solicitudes que, desde 2001, recibimos acerca de los programas de la serie, y del interés de las personas, colectivos e instituciones que participaron en ella, hemos optado por hacer visibles y asequibles todos los títulos para que todo aquel que continúe o se muestre interesado por alguno de sus capítulos pueda solicitarlos. Acerca de Trujillo, realizamos un episodio, titulado "Trujillo en unas horas".
sábado, 6 de febrero de 2010
LANGSAM
Manchmal sind wir es müde, uns einfangen zu lassen von Dingen, die ständig unsere Aufmerksamkeit fordern, wir brauchen in der Tat Ruhe; irgendetwas, was uns gestattet abzuschalten; die Fülle einer Sichtweise zu erspüren; die Zeit langsamer werden zu lasen; den Unterschied zwischen An-sehen und Sehen. Wenn wir das erreicht haben, entspannt sich unser Atem und wir verspüren das unerwartete Wohlgefühl, uns einlassen zu können auf etwas, was ganz anders ist als unsere alltäglichen Sorgen.
Manchmal möchte ein audiovisuelles Medium gerade das erreichen. Wie ein Beruhigungstee möchte dieser Dokumentarfilm nichts mehr erreichen, als uns ruhig atmen zu lassen. Zu schauen, die Seele zu befreien von all der Trägheit des Alltäglichen, bis man aufmerksam wird auf das Leben, das uns umgibt, selbst in unserem Innersten; eine Ruhe, die wir so nicht einmal vermutet hätten.
Eine Folge von Augenblicken darzustellen, die nichts mehr im Sinn haben als Frieden an sich. Nicht mehr und nicht weniger, in einem Ort auf der Welt, wohin sich auch immer eine Kamera hintraut: das Leben der Pflanzen, das Leben der Tiere, das menschliche Leben.
SLOWLY
Sometimes we get tired of being tossed about, that our attention is always called elsewhere. We need a rest, something that allows us to reconnect, reaching the fullness of a more peaceful contemplation. Slow down time. Understand the difference between looking and seeing. If we succeeded, our breathing relaxes, and we enjoy the unexpected pleasure of focusing on something which is very different from our usual concerns.
Rarely an audiovisual seeks the same effect. Like a relaxing tea, this documentary offers just breathing slowly. Look, empty the mind in the slow pace of what happens, until we learn to see that there is, in life around us and in our own hearts, a peace and quiet that we did not even suspect.
Present a succession of peaceful moments. Almost nothing, and almost everything, in a place in the world where a camera lurks: plant life, animal life, human life.
"LO NUEVO, "DESPACIO"
"A veces, nos cansamos de ser zarandeados, de que continuamente nos sacudan la atención. Necesitamos abiertamente un descanso, algo que nos permita reconectar. Alcanzar la plenitud de una contemplación más apacible. Ralentizar el tiempo. Comprender la diferencia que hay entre mirar y ver. Si lo hemos conseguido, nuestra respiración se relaja, y disfrutamos el placer insospechado de concentrarnos en algo muy distinto a nuestras preocupaciones habituales. Pocas veces un audiovisual pretende el mismo efecto. Como si fuera una infusión relajante, este documental propone sólo respirar despaciosamente. Mirar, vaciar la mente en la morosidad de lo que sucede, hasta aprender a ver que hay, en la vida que nos rodea y en nuestro propio corazón, una tranquilidad que ni siquiera sospechábamos. Presentar una sucesión de momentos sin más punto de vista que su intrínseca paz. Casi nada, y casi todo, en un lugar del mundo al que acecha una cámara: la vida vegetal, la vida animal, la vida humana."
Texto de la sinopsis de la edición en DVD (a primero de año) de "Despacio", nuestro nuevo documental. Filmado íntegramente en Trujillo, contiene la particularidad de ser el primero (a excepción de "Barrio del Gurugú" -2005-) que no incluye voz en off en su guión ni música alguna. El trailer, aquí.
Despacio, trailer from JOSE CAMELLO MANZANO on Vimeo.
"DESPACIO" (4-X-2009)
Este fin de semana hemos terminado el montaje -a la espera de iniciar, mañana mismo, el de "El sabio mudo"- de nuestro nuevo trabajo de género documental. Se titula "Despacio" y son cincuenta y dos minutos que relatan unos pequeños pliegues, unos pocos ejemplos, de la vida en una villa y ciudad llamada Trujillo. Desde el inicio del proyecto hasta la fecha de su fin han transcurrido seis largos años de idas y venidas, años plagados de sabores y sinsabores. Finalmente, el operador de cámara Rafa Mellado ha terminado de un plumazo el etalonaje y ya tenemos listo para su exhibición el programa, cuando aún ni siquiera hemos tenido tiempo de mover adecuadamente a su inmediato antecesor, "Juan de Labrador, la mosca en la uva". Tendremos pues, un otoño para vendernos, incluida la renovación tantas veces postergada de nuestra página en internet."Despacio" tiene una peculiar característica: por primera vez en nuestros veinte años de trabajo, uno de nuestros documentales carece de narración y de música. El sonido directo y las (pocas) palabras de quienes en él participan, son la banda sonora del relato, del que, en particular, estoy muy, pero que muy satisfecho. Ayer mismo le decía a Rafa, al repasarlo, que raramente se da la circunstancia de que algo que terminas se parezca tanto a los que habías imaginado.
DESPACIO, un documental de Libre Producciones
Se conoce, en el lenguaje de la teoría de la comunicación contemporánea, como “silencio documental” al resultado de una búsqueda excesivamente restringida en una base de datos, que deja, en la invisibilidad de lo no descubierto, silenciada, una parte importante de la información relevante que en principio querría localizarse. A la inversa, se denomina “ruido documental” al resultado de una búsqueda tan abierta que impide, por la innecesaria abundancia de lo hallado, alcanzar lo importante.
Se sabe también que tiene la conciencia de la percepción o sensación humana un umbral mínimo, a partir del cual ésta existe, y uno máximo, a partir de la cual se convierte en tan predominante que cualquier adición a su estímulo resulta inoperante.
Finalmente, está la cuestión de la perspectiva, que no es sólo una teoría filosófica o literaria. La conciencia de dos sujetos frente a la misma proyección en la misma sala de cine puede diferir, sin duda, pero habrá seguramente más similitudes que distancias entre ambas percepciones, frente a otras perspectivas que podamos imaginar: la que se vive en una guerra, la del tripulante de un barco carguero en un puerto del trópico, el pastor nómada de una estepa asiática, la católica de Wisconsin ante una nave gótica, el vecino de una población que nos resulta cercana... Ninguno de ellos está en el cine ni ve una película, ninguno comparte la misma experiencia de un juego de la representación humana compuesta de luz, color, formas y movimiento, que, como en el común entretenimiento de buscar las diez diferencias entre dos dibujos aparentemente idénticos, enzarza precisamente los debates sobre la diferencia de lo visto y lo oído, lo percibido por quien, por gusto estético, por rutina, casualidad o cualesquier otro motivo, han visto el mismo DVD, el mismo programa de televisión, la misma proyección en una sala, el mismo track audiovisual de Youtube.
Etiquetas como la del llamado “cine directo”, nacido de experiencias de, real o aparente, inmediatez a la directa del individuo, son tan difícilmente aplicables como cualquier otra de las referidas al séptimo arte. Sin embargo, nos atreveríamos a lanzársela a la bien promocionada producción de “El gran silencio”, que tanto interés ha despertado últimamente, a la luz de ensayos como el de Ángel Gayán, “El cine como metáfora”.
Dos horas de silencio ante la vida cartuja, sin duda un prodigio de montaje, que permite al público extasiarse a sus anchas y contemplar detenidamente el cuerpo y la expresión humana en traje talar de los habitantes de un conventual (¿quién ha oído hablar de las monjas cartujas?) masculino por excelencia. La oral profesión de fe que cierra la película, documental, reportaje o como se quiera denominar, y, sobre todo, el (¿unánime?) aplauso de público y crítica ante la experiencia de la ausencia de sonido en que discurre el argumento de la película, acaso por conseguir que el espectador pueda, durante la proyección, escucharse a sí mismo, reaccionar en ese generalmente asediado espacio de la propia intimidad, de la subjetiva autoconciencia. “El gran silencio” es una referencia inexcusable, por lo inefablemente difundida, para ayudar a entender lo que se pretende en el filme “Despacio” cuyo rodaje en una diminuta ciudad histórica europea pretende retratar parte de lo que el silencio (o el ruido) documental, en el sentido técnico antes mencionado, acostumbra invisibilizar en las pantallas de cine.
Hoy en día, la persecución de un retrato parecido, por motivos socio-históricos, ha quedado subsumida en la mayor parte de Europa, por insuficiencia de recursos, situaciones, contextos y personajes reales que pudieran ilustrarla, al ámbito exclusivo de la ficción, de la reconstrucción más o menos histórica y verosímil. No aquí, donde el discurrir de la vida cotidiana guarda aún atisbos que resultan, a gran parte del público, atractivos en la persistencia de una atemporalidad aún documentable, aún fenómeno aparente al observador que emplee en ello, ante todo, la paciencia.
Sin duda, para la representación casi idílica de un mundo entre medieval y moderno, pulcramente renacentista, debido a menudo al buen quehacer histórico de cine británico o continental, como en el estupendo filme de “El oficio de las armas” (Ermanno Olmi, 2000), que ilumina enormemente la lectura de un clásico eterno como “El príncipe” de Macchiavelo, éste hubiera podido ser escenario apropiado: lugar casi italiano, pequeña menina de la historia, ocasionalmente rural y magníficamente conservada, una ciudad cuyo perfil recuerda casi ineludiblemente el que en su día pintara, de Toledo, El Greco, o esas severas estampas de Segovia o de Ávila que fueron, el su momento, el culmen del exotismo en la pujante metrópolis londinense de dos siglos atrás. Es ya difícil hallar, en esta España de la expansión demográfica de las últimas décadas, un núcleo histórico de semejante categoría que ofrezca una imagen, en la distancia y también en la cercanía, semejante.
Pero no es ése su único, acaso ni siquiera su principal valor en cuanto a documentar, audiovisualmente, un trocito de realidad se refiere. Y es que no es fácil encontrar en otro lugar, unido a la magnificencia de su entorno, la intrahistoria cotidiana y humilde que persigue, despaciosamente, este medio metraje: la menuda epopeya de una vida que funde los elementos humanos y los del mundo natural. Una existencia que, como el agua escondida bajo tierra, fluye singularmente en los alrededores y el interior, arbolado de torres, de esta fotogénica comunidad urbana. Si "Spain is different", el mil veces traído y llevado eslógan, contiene mil pequeñas verdades para, todavía, refrendarlo ante ese público extranjero o local llamado turismo, cabe todavía, desde Extremadura, aportar unas señas de identidad que elevan lo localmente rústico y señero a lo más universalmente global.
En su sorprendente día a día, el que con esta producción se pretende buscar, el trabajo de cámara y el riguroso sonido ambiente pretenden ser los fanales para un cinema-verité sin más pretensiones que hacerse eco de ese eco que puede acercar aún al espectador europeo, y no a través de la reconstrucción ficticia del decorado o de la invención digital, la visión de una historia aparentemente remota en un escorzo que, perpetuando imágenes, formas y colores posibles del pasado en el presente, permite, bajo el corro del ruido contemporáneo, hallar algo del milagro improbable de la contemplación de lo que fue y aún, de algún modo, de otro modo actual, es todavía.
Porque la referencia al presente ( a ese todavía presente que, acaso para el futuro, se pretende de algún modo conservar en toda grabación o registro, sonoro, fotográfico o audiovisual), y, sobre todo, al presente demorado del plano-secuencia, al presente no tocado, más que con la vista del objetivo, propio del género documental, es inexcusable en esta producción. Acercar, propiciar que la experiencia del espectador comparta la percepción inimitable, casi el lujo, de asomarse a sus calles y arrabales, a la vida diminuta y solemne que alberga, en esta época que tanto ha arrasado el pasado en otros lares, entre sus ríos y sus sierras, la bimilenaria población. Bajo el reino de Castilla alcanzó su esplendor, pero no es la falsa recreación de ese pasado ido, o su momificada reproducción, sino el cariñoso registro de lo realmente inmediato de cualquiera de sus mañanas, nuestra finalidad al abordarla. Inmediatez, que, buscando diferenciarse de la prisa y el tráfago de tanto cine documental, reportaje o crónica en nuestros días, pretende también eliminar todo diálogo que no sea el del entorno y el ser humano, el del paisaje y la persona, la individualidad que lo habita.
Porque a menudo las gentes hablan entre ellas, porque a menudo el entorno dialoga con sus gentes, pero pocas veces escuchamos conversaciones ajenas, vivencias a las que no estábamos destinados.
Despacio, pasa la vida. Despacio, viene la muerte, tan callando, como decía Gómez Manrique. Entre ambas, nuestra percepción puede ser confusa o demorada, apurada o intensa. No habiendo, como tantas veces ha reiterado la filosofía contemporánea, nada más profundo que la superficie sensorial que se nos muestra, si algo puede lamentar el formato audiovisual es no ser también táctil, palpador, incluso gustativo. En realidad, no importa tanto dónde se ponga la cámara como lo que tenga delante: dos extremos de la misma realidad perceptiva, unidas por el lazo de la mirada, de la atención que acerca el medio técnico al mundo en torno.
Se habla también mucho, en nuestros días, de cine reflexivo, casi como antinomia de ese cine directo que antes mencionábamos. Pero ¿de quién es la reflexión? Dejar, tras la belleza o el significado más directo de las imágenes, que cada espectador medite a su albedrío sobre la realidad que este filme que pretende retratar, limitando hasta silenciar por completo todo monólogo de una voz en off que comente lo que pueda en él verse, es su otra apuesta estética. Convencidos de que el mundo real puede merecer registro, pero intentando que éste sea lo menos policial y controlador posible, trabajando despacio sobre lo que despacio trascurre, intentaremos ofrecer al telespectador la metonimia, más que la metáfora, del mundo de la vida.
¿Y no es ésta, incluso como espectáculo, lo máximo que todos, al margen de nuestra perspectiva, al margen de nuestros umbrales cognitivos de conciencia, podemos, hoy en día, como siempre, anhelar?
Ana Baliñas describiendo "Despacio"
DESPACIO, un documental de Libre Producciones
Se conoce, en el lenguaje de la teoría de la comunicación contemporánea, como “silencio documental” al resultado de una búsqueda excesivamente restringida en una base de datos, que deja, en la invisibilidad de lo no descubierto, silenciada, una parte importante de la información relevante que en principio querría localizarse. A la inversa, se denomina “ruido documental” al resultado de una búsqueda tan abierta que impide, por la innecesaria abundancia de lo hallado, alcanzar lo importante.
Se sabe también que tiene la conciencia de la percepción o sensación humana un umbral mínimo, a partir del cual ésta existe, y uno máximo, a partir de la cual se convierte en tan predominante que cualquier adición a su estímulo resulta inoperante.
Finalmente, está la cuestión de la perspectiva, que no es sólo una teoría filosófica o literaria. La conciencia de dos sujetos frente a la misma proyección en la misma sala de cine puede diferir, sin duda, pero habrá seguramente más similitudes que distancias entre ambas percepciones, frente a otras perspectivas que podamos imaginar: la que se vive en una guerra, la del tripulante de un barco carguero en un puerto del trópico, el pastor nómada de una estepa asiática, la católica de Wisconsin ante una nave gótica, el vecino de una población que nos resulta cercana... Ninguno de ellos está en el cine ni ve una película, ninguno comparte la misma experiencia de un juego de la representación humana compuesta de luz, color, formas y movimiento, que, como en el común entretenimiento de buscar las diez diferencias entre dos dibujos aparentemente idénticos, enzarza precisamente los debates sobre la diferencia de lo visto y lo oído, lo percibido por quien, por gusto estético, por rutina, casualidad o cualesquier otro motivo, han visto el mismo DVD, el mismo programa de televisión, la misma proyección en una sala, el mismo track audiovisual de Youtube.
Etiquetas como la del llamado “cine directo”, nacido de experiencias de, real o aparente, inmediatez a la directa del individuo, son tan difícilmente aplicables como cualquier otra de las referidas al séptimo arte. Sin embargo, nos atreveríamos a lanzársela a la bien promocionada producción de “El gran silencio”, que tanto interés ha despertado últimamente, a la luz de ensayos como el de Ángel Gayán, “El cine como metáfora”.
Dos horas de silencio ante la vida cartuja, sin duda un prodigio de montaje, que permite al público extasiarse a sus anchas y contemplar detenidamente el cuerpo y la expresión humana en traje talar de los habitantes de un conventual (¿quién ha oído hablar de las monjas cartujas?) masculino por excelencia. La oral profesión de fe que cierra la película, documental, reportaje o como se quiera denominar, y, sobre todo, el (¿unánime?) aplauso de público y crítica ante la experiencia de la ausencia de sonido en que discurre el argumento de la película, acaso por conseguir que el espectador pueda, durante la proyección, escucharse a sí mismo, reaccionar en ese generalmente asediado espacio de la propia intimidad, de la subjetiva autoconciencia. “El gran silencio” es una referencia inexcusable, por lo inefablemente difundida, para ayudar a entender lo que se pretende en el filme “Despacio” cuyo rodaje en una diminuta ciudad histórica europea pretende retratar parte de lo que el silencio (o el ruido) documental, en el sentido técnico antes mencionado, acostumbra invisibilizar en las pantallas de cine.
Hoy en día, la persecución de un retrato parecido, por motivos socio-históricos, ha quedado subsumida en la mayor parte de Europa, por insuficiencia de recursos, situaciones, contextos y personajes reales que pudieran ilustrarla, al ámbito exclusivo de la ficción, de la reconstrucción más o menos histórica y verosímil. No aquí, donde el discurrir de la vida cotidiana guarda aún atisbos que resultan, a gran parte del público, atractivos en la persistencia de una atemporalidad aún documentable, aún fenómeno aparente al observador que emplee en ello, ante todo, la paciencia.
Sin duda, para la representación casi idílica de un mundo entre medieval y moderno, pulcramente renacentista, debido a menudo al buen quehacer histórico de cine británico o continental, como en el estupendo filme de “El oficio de las armas” (Ermanno Olmi, 2000), que ilumina enormemente la lectura de un clásico eterno como “El príncipe” de Macchiavelo, éste hubiera podido ser escenario apropiado: lugar casi italiano, pequeña menina de la historia, ocasionalmente rural y magníficamente conservada, una ciudad cuyo perfil recuerda casi ineludiblemente el que en su día pintara, de Toledo, El Greco, o esas severas estampas de Segovia o de Ávila que fueron, el su momento, el culmen del exotismo en la pujante metrópolis londinense de dos siglos atrás. Es ya difícil hallar, en esta España de la expansión demográfica de las últimas décadas, un núcleo histórico de semejante categoría que ofrezca una imagen, en la distancia y también en la cercanía, semejante.
Pero no es ése su único, acaso ni siquiera su principal valor en cuanto a documentar, audiovisualmente, un trocito de realidad se refiere. Y es que no es fácil encontrar en otro lugar, unido a la magnificencia de su entorno, la intrahistoria cotidiana y humilde que persigue, despaciosamente, este medio metraje: la menuda epopeya de una vida que funde los elementos humanos y los del mundo natural. Una existencia que, como el agua escondida bajo tierra, fluye singularmente en los alrededores y el interior, arbolado de torres, de esta fotogénica comunidad urbana. Si "Spain is different", el mil veces traído y llevado eslógan, contiene mil pequeñas verdades para, todavía, refrendarlo ante ese público extranjero o local llamado turismo, cabe todavía, desde Extremadura, aportar unas señas de identidad que elevan lo localmente rústico y señero a lo más universalmente global.
En su sorprendente día a día, el que con esta producción se pretende buscar, el trabajo de cámara y el riguroso sonido ambiente pretenden ser los fanales para un cinema-verité sin más pretensiones que hacerse eco de ese eco que puede acercar aún al espectador europeo, y no a través de la reconstrucción ficticia del decorado o de la invención digital, la visión de una historia aparentemente remota en un escorzo que, perpetuando imágenes, formas y colores posibles del pasado en el presente, permite, bajo el corro del ruido contemporáneo, hallar algo del milagro improbable de la contemplación de lo que fue y aún, de algún modo, de otro modo actual, es todavía.
Porque la referencia al presente ( a ese todavía presente que, acaso para el futuro, se pretende de algún modo conservar en toda grabación o registro, sonoro, fotográfico o audiovisual), y, sobre todo, al presente demorado del plano-secuencia, al presente no tocado, más que con la vista del objetivo, propio del género documental, es inexcusable en esta producción. Acercar, propiciar que la experiencia del espectador comparta la percepción inimitable, casi el lujo, de asomarse a sus calles y arrabales, a la vida diminuta y solemne que alberga, en esta época que tanto ha arrasado el pasado en otros lares, entre sus ríos y sus sierras, la bimilenaria población. Bajo el reino de Castilla alcanzó su esplendor, pero no es la falsa recreación de ese pasado ido, o su momificada reproducción, sino el cariñoso registro de lo realmente inmediato de cualquiera de sus mañanas, nuestra finalidad al abordarla. Inmediatez, que, buscando diferenciarse de la prisa y el tráfago de tanto cine documental, reportaje o crónica en nuestros días, pretende también eliminar todo diálogo que no sea el del entorno y el ser humano, el del paisaje y la persona, la individualidad que lo habita.
Porque a menudo las gentes hablan entre ellas, porque a menudo el entorno dialoga con sus gentes, pero pocas veces escuchamos conversaciones ajenas, vivencias a las que no estábamos destinados.
Despacio, pasa la vida. Despacio, viene la muerte, tan callando, como decía Gómez Manrique. Entre ambas, nuestra percepción puede ser confusa o demorada, apurada o intensa. No habiendo, como tantas veces ha reiterado la filosofía contemporánea, nada más profundo que la superficie sensorial que se nos muestra, si algo puede lamentar el formato audiovisual es no ser también táctil, palpador, incluso gustativo. En realidad, no importa tanto dónde se ponga la cámara como lo que tenga delante: dos extremos de la misma realidad perceptiva, unidas por el lazo de la mirada, de la atención que acerca el medio técnico al mundo en torno.
Se habla también mucho, en nuestros días, de cine reflexivo, casi como antinomia de ese cine directo que antes mencionábamos. Pero ¿de quién es la reflexión? Dejar, tras la belleza o el significado más directo de las imágenes, que cada espectador medite a su albedrío sobre la realidad que este filme que pretende retratar, limitando hasta silenciar por completo todo monólogo de una voz en off que comente lo que pueda en él verse, es su otra apuesta estética. Convencidos de que el mundo real puede merecer registro, pero intentando que éste sea lo menos policial y controlador posible, trabajando despacio sobre lo que despacio trascurre, intentaremos ofrecer al telespectador la metonimia, más que la metáfora, del mundo de la vida.
¿Y no es ésta, incluso como espectáculo, lo máximo que todos, al margen de nuestra perspectiva, al margen de nuestros umbrales cognitivos de conciencia, podemos, hoy en día, como siempre, anhelar?
Ana Baliñas describiendo "Despacio"
PRONTO, "DESPACIO" (3-II-2009)
En breve presentaremos "Juan de Labrador, la mosca en la uva", a la espera de encontrar un hueco de fechas. Sin variar el rumbo, para el próximo verano tendremos listo lo primero de lo próximo: nuestro primer documental sin narrador ni palabras. Se llama "Despacio" y está integramente ambientado en Trujillo. El discurrir de la vida cotidiana guarda aún atisbos que resultan, a gran parte del público, atractivos en la persistencia de una atemporalidad aún documentable, aún fenómeno aparente al observador que emplee en ello, ante todo, la paciencia. Sin duda, para la representación casi idílica de un mundo entre medieval y moderno, pulcramente renacentista, debido a menudo al buen quehacer histórico de cine británico o continental, como en el estupendo filme de “El oficio de las armas” (Gillo Pontecorvo, 2000), que ilumina enormemente la lectura de un clásico eterno como “El príncipe” de Macchiavelo, éste, Trujillo, hubiera podido ser escenario apropiado: lugar casi italiano, pequeña menina de la historia, ocasionalmente rural y magníficamente conservada, una ciudad cuyo perfil recuerda casi ineludiblemente el que en su día pintara, de Toledo, El Greco, o esas severas estampas de Segovia o de Ávila que fueron, el su momento, el culmen del exotismo en la pujante metrópolis londinense de dos siglos atrás. Es ya difícil hallar, en esta España de la expansión demográfica de las últimas décadas, un núcleo histórico de semejante categoría que ofrezca una imagen, en la distancia y también en la cercanía, semejante.
Pero no es ése su único, acaso ni siquiera su principal valor en cuanto a documentar, audiovisualmente, un trocito de realidad se refiere. Y es que no es fácil encontrar en otro lugar, unido a la magnificencia de su entorno, la intrahistoria cotidiana y humilde que persigue, despaciosamente, este medio metraje: la menuda epopeya de una vida que funde los elementos humanos y los del mundo natural. Una existencia que, como el agua escondida bajo tierra, fluye singularmente en los alrededores y el interior, arbolado de torres, de esta fotogénica comunidad urbana. Si Spain is different, el mil veces traído y llevado eslógan, contiene mil pequeñas verdades para, todavía, refrendarlo ante ese público extranjero o local llamado turismo, cabe todavía, desde Extremadura, aportar unas señas de identidad que elevan lo localmente rústico y señero a lo más universalmente global.
La fotografía del cartel de "(Trujillo) Despacio" es gentileza de Pedro Lobo. Las imágenes, de Rafael Mellado, con la colaboración de Carlos Mosquera y la producción de Manu Gutiérrez, María Luisa Gómez y Sonia Roa.
Pero no es ése su único, acaso ni siquiera su principal valor en cuanto a documentar, audiovisualmente, un trocito de realidad se refiere. Y es que no es fácil encontrar en otro lugar, unido a la magnificencia de su entorno, la intrahistoria cotidiana y humilde que persigue, despaciosamente, este medio metraje: la menuda epopeya de una vida que funde los elementos humanos y los del mundo natural. Una existencia que, como el agua escondida bajo tierra, fluye singularmente en los alrededores y el interior, arbolado de torres, de esta fotogénica comunidad urbana. Si Spain is different, el mil veces traído y llevado eslógan, contiene mil pequeñas verdades para, todavía, refrendarlo ante ese público extranjero o local llamado turismo, cabe todavía, desde Extremadura, aportar unas señas de identidad que elevan lo localmente rústico y señero a lo más universalmente global.
La fotografía del cartel de "(Trujillo) Despacio" es gentileza de Pedro Lobo. Las imágenes, de Rafael Mellado, con la colaboración de Carlos Mosquera y la producción de Manu Gutiérrez, María Luisa Gómez y Sonia Roa.
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